Pensaba irme a la cama tras escribir el post de mi vuelta, pero lo cierto es que necesitaba desahogarme. Es lo que tiene no poder desahogarte con nadie y guardarte tus verdades, ojo, no mentiras... y solo sacar lo que es aconsejable. La vida me ha tratado bien porque hay gente en peor situación que sigue adelante, pero ha sido muy cruel cuando me ha hecho daño y cuando me ha dado efímeros momentos de felicidad.
Quizá lo que vayais a leer os resulte cómico, pero creo que aunque os mofeis de aqui hasta el Día del Juicio Final, necesito sacarlo a ver si escrito me entra en la cabeza de una vez que tengo que cambiar y dejar de ser un rebelde apotronao en el sofá de casa y desconectado de una sociedad en la que, me guste o no, he de encajar si quiero un futuro. Eso, o quitarme del medio, y aunque lo segundo es tentador, en peores plazas he toreao... sé que puedo dar el paso.
En una familia donde tu hermana es una modelito, vamos, que no es ningun secreto que ni come para guardar ese tipito... no es de extrañar que empiece a cachondearse de ti con: estas cuadrado, deberias ponerte a dieta pero ya, ¡cómo está el bicho!, vas a explotar... y demás comentarios que al principio no le das importancia pero que de tanto repetirse, llega el momento en que te joden.
Y aqui va lo más penoso de mi: me cuesta ponerme los calcetines, las paso canutas... al menos abrocharme los zapatos si soy capaz; cuando voy al baño y he de limpiarme el trasero, casi me rompo la cadera por las maniobras, al menos logro llegar; ni me la veo casi; tengo que ducharme varias veces al día: me sudan las ingles, las axilas y tal vez sea el vello, pero no es lo primordial, me da miedo ir a clase y que me digan: hueles mal, a ver si te duchas... y cuando voy por la calle, me asfixio con nada... He estado gordo otras veces, pero como estoy ahora, nunca... fue efecto rebote de perder 30 kilos, quedarme estupendo y engordar 50... o sea, ir a peor.
Mañana u hoy mejor dicho, es Lunes ya... ya me he mentalizado lo que hay, ya no por el chiquillo sino por mi. Soy responsable de mi cuerpo, y por tanto, ya la salud me la juego... no me extrañaría que me de un infarto durmiendo, que me asfixie o al hacer un esfuerzo, desplomarme. Y sí, lo voy a poner bien claro, mido 1,73 m y peso 142,8 kg.
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